miércoles, 2 de diciembre de 2015

8. LA MUERTE DE 306

Antes que se termine todo, déjame decirte unas ultimas palabras... Mi intención no era llegar a este punto. ¿Sabes mi amor? Mi intención era quererte y darte todo lo que pudieras desear. Mi intención era quitarme las entrañas si era preciso para que tu fueras feliz, hubiera robado las estrellas del cielo si fuera posible para que tu sonrieras y no me dejaras como lo hiciste.
Pero mírate, ahora estas ahí, en el piso de tu habitación, rodeado de licor, cigarrillos, hierba y la sangre de tu familia y tus amigos, la sangre de inocentes que tu pudiste haber salvado si tan solo me hubieras dado mi lugar; si tan solo fuéramos tu yo... Si no los hubieras metido en medio. Pero mírate, ya te faltan 3 dedos de la mano derecha, tienes un corte profundo en el cuello, y no quise llegar a esto mi amor.
¿Que carajos estabas pensando al hacerme lo que me hiciste?¿Acaso piensas que yo no siento? ¿Crees que no me duele ver como agonizas de dolor? Tu pensabas que era fácil dejarme en el momento que mas te necesitaba, pensabas que me iba a quedar así de tranquila viéndote irte sin mirar atrás. 


Me dejaste agonizando de la misma manera en la que tu estas ahora, rodeada de sangre, vodka, cuchillas, prozac, la sangre de mi familia... nuestra familia, y una cuerda en el techo. No pensaste en mi, ni en mi enfermedad, ni en nuestros planes, ni en mis sentimientos... No tuviste compasión alguna a pesar que te grite con mi corazón en la mano que no te fueras.
Cariño... ¿Que te hace pensar que yo tendría compasión contigo ahora? Debiste pensar en eso antes de enloquecerme, debiste pensar y recordar que era una bruja desde que te conocí, y que prometí matarte si me hacías daño... ¡Claro! Pensaste que lo decía de mi boca para afuera, pero yo nunca rompo mis promesas, y ya vez que te cumplo.
Hubiera sido fácil pegarte un tiro en la frente, pero no cariño, de esa manera no sufrirías. Yo quiero que pagues con sangre cada lagrima, cada copa de licor, cada intento de suicidio, cada persona amada muerta, cada neurona perdida, cada miligramo de prozac.
Tienes que pagar, es tu destino, es lo que elegiste. Yo te condeno a llorarme hasta que mueras, te condeno a ser infeliz de por vida y aun después de la muerte, te condeno a que todos te mientan, y te usen, a que te rompan el corazón hasta que no te quede mas vida... te condeno a morir bajo el humo, y a desangrarte poco a poco con mi recuerdo. Te condeno al fracaso. Te condeno a amarme y a ver mi felicidad desde el piso lleno de tu propia sangre.
Muérete... y mientras mueres recuerda mis labios, los únicos que realmente amaste y que te amaron sin interés, sin apariencias, sin lujos y sin mentiras. Los que solo fueron tuyos desde el primer día. Aquellos que dejaste ir por egoísta, por idiota. Ahora es mi turno de reírme de tu muerte mi amor. Y a pesar que detesto que grites, esta vez me causa placer... Sangra, y mírame bailando sobre tu sangre.