martes, 5 de mayo de 2015

3. PASARELA DE LA MUERTE

Del ¿como me di cuenta que estaba enferma? la verdad ya no lo recuerdo, pero si recuerdo las causas que me llevaron a esto. Todo lo que pienso mientras tengo mis crisis depresivas. La frustración es una de esas causas, la decepción de mi misma al no haberme defendido, al no haber hecho algo a tiempo y enfrentar mis miedos cara a cara; solo los deje que me consumieran y me llenaran de frustración, de ira, de impotencia y de dolor. Por no ser capaz de decir ''no'', por pensar que si llevaba la contraria de alguien ya no me aceptarían, y claro, para una egocéntrica como yo, la no aceptación es la derrota; así que decidí mentirme a mi misma por complacer a los demás, dejando de lado mis gustos, mis placeres, mis sueños... mi amor propio.

La gente dice que soy una niña caprichosa, que por mi carrera de modelo me volví anorexica, insoportable y adicta a los fármacos, ''como todas las modelos: estúpidas y superficiales''. En realidad si soy anorexica, pero no por que me quiera ver mas delgada o mas bonita, soy delgada por que tomo fluoxetina, y esta produce en algunos casos perdida parcial de apetito y vómitos, perdida de la memoria a corto plazo, temblor involuntario en las manos, mirada perdida, distracción, delirios y alucinaciones, caída del cabello y debilitamiento en las uñas y los dientes. En algunos casos los efectos secundarios físicos son mas fuertes que en otros, pero la sensación de felicidad y tranquilidad es increíble. Parece que el cerebro se te bloqueara y todo esta bien, por mas que quieras no hay nada que te entristece, pasan cosas maravillosas en tu mente, mientras que los que te ven solo ven a una estúpida adicta demacrada.


Admiro mucho a los fotógrafos y maquilladores por hacer que mi cara demacrada con ojeras y arrugas se vea bien, y mi cuerpo de solo hueso y piel logre verse estético. Agradezco mucho a los empresarios por aun tenerme en cuenta para representar sus marcas cuando hay modelos mas jóvenes y hermosas, y sobre todo con sus cinco sentidos bien puestos.

Es muy difícil fingir estar bien una tarde de sesión fotográfica, el poner una actitud fuerte frente a una cámara, cuando tienes ganas de salir corriendo de ahí, cuando el demonio por dentro te grita que rompas a llorar por que tu vida es una mentira, cuando te incita a que te revientes las venas con el dije carisimo del collar que modelas, o que te vueles la tapa de los sesos frente a todos lo curiosos que ven la sesión al aire libre, y que se salpiquen de tu sangre y tu dolor. Cuando tu mente te grita que uses la correa de la cámara para ahorcarte ahí mismo, mientras el fotógrafo te retrata, morboso y sediento de tener la fotografía de ''la exclusiva''... cuando el demonio te dice que eres la mujer mas horrible del mundo, que todos estarían mejor si tu existieras y que no te mereces nada.

Y ni hablar de las pasarelas, esas en las que tienes que compartir escenario con otras modelos, algunas mas enfermas que tu, algunas mas plásticas que sus propias extensiones de cabello. Cuando escuchas sobre su maravillosa vida, sobre sus innumerables viajes con sus novios millonarios, solo te dan ganas de revelar lo que para las que vivimos de esto es un secreto a voces: que lloran todas las noches por que se sienten solas, por que nadie las quiere para algo mas que sexo y para mostrarlas como un trofeo, ''Mireneme estoy con una modelo... puedo pagarla'', lloran porque nadie nota su gran inteligencia, por notar sus grandes senos, lloran por que no pueden comer lo que se les antoje, lloran por que se están volviendo viejas, lloran por que no tienen amigas sinceras, lloran por que les inventan un chisme diario, lloran por que perdieron todo lo importante por reconocimiento y dinero, lloran por que sus horas en el gimnasio no dan los frutos requeridos, lloran por que no tienen fuerza ni para caminar por su extrema delgadez, lloran por que se quedaron estériles de tanto alcohol y cocaína... Ellas lloran, por que ellas, al igual que yo, también preferirían estar tres metros bajo tierra antes que seguir trabajando en esta farsa. Pero esa es la vida que elegimos, apariencia, reconocimiento, belleza, egocentrismo, dinero... soledad, envidias, miedo, criticas y mentiras. 

Aveces tengo delirios y formo en mi cabeza películas maravillosas, en las que uso mis propios tacones de aguja para matar a las modelos mientras beso sus labios con maquillaje profesional, mientras agonizan y me dan las gracias por liberarlas de esta vida de mentiras, y mueren con una sonrisa en sus labios hermosos con botox y silicona. Mientras su perfume de Chanel se mezcla con la sangre, y es el olor de la libertad. Luego con mi hermoso vestido de diseñador salgo por la pasarela con una modelo ensangrentada arrastrándola del pelo, mientras todos gritan viendo el cadáver, tomando fotos con sus celulares de ultima tecnología, aplaudiendo y ovacionando al diseñador por la presentación impecable de ese vestido de lentejuelas rojas y grises, como mi trastorno limite de personalidad, que contrastan perfectamente con el charco de sangre. Yo... Yo soy la estrella de la noche. El diseñador me toma de las manos y me entrega un ramo de flores... el desfile ha sido un éxito total.